El aceite de semilla de cáñamo se extrae de las semillas de la planta de cáñamo, una variedad de la planta de cannabis sativa que contiene menos del 0,3% de THC. Por otro lado, el aceite de CBD se obtiene de las hojas, tallos y flores tanto de la planta de cannabis como de la de cáñamo. Estos aceites se utilizan habitualmente en diversos productos, que van desde la belleza hasta la alimentación.
El uso intercambiable de los términos "aceite de cáñamo" y "aceite de CBD" en las etiquetas de los productos ha dado lugar a una gran confusión. En algunos casos, el aceite de CBD se etiqueta como "aceite de cáñamo", sobre todo en entornos donde puede haber reservas sobre el CBD. Es crucial reconocer que "aceite de cáñamo" también se utiliza con frecuencia para referirse al aceite de semillas de cáñamo, que es totalmente distinto del aceite de CBD. A pesar de que ambos se derivan de plantas de Cannabis sativa y ofrecen efectos beneficiosos, se someten a procesos diferentes y sirven para fines distintos.
En resumen, el aceite de CBD y el aceite de cáñamo son entidades claramente separadas. Aunque proceden de la misma planta, Cannabis sativa, se someten a procesos de fabricación distintos y producen efectos diferentes. Además, su estatus legal difiere, ya que el aceite de CBD está permitido debido a su ausencia de THC, mientras que el aceite de cannabis no lo está. Si buscas métodos naturales para aumentar el bienestar e inducir la relajación, el aceite de CBD es probablemente la opción más adecuada.
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